El modo más preciso de conocerla es llamar a un instalador eléctrico (electricista) y medir la potencia que demanda poniendo todos los electrodomésticos en funcionamiento.
Si lo desea, se puede poner en contacto con nosotros y le facilitamos uno de confianza.
Es una tarifa con precio especial, dividido por horas, que pueden contratar los consumidores de menos de 15 kw de potencia contratada, es decir, la mayoría de los hogares.
Sustituye a la antigua Tarifa Nocturna, diferenciando dos zonas horarias:
La zona Punta: que va de 12 a 22 horas en invierno y de 13 a 23 en periodo estival, lo que se traduce en 10 horas al día, las de mayor consumo general. El precio respecto a la tarifa base es de un 20 %.
La zona Valle: de 22 a 12 horas en invierno y de 23 a 13 horas en verano, las restantes 14 horas del día. Al ser la zona horaria de menor consumo el precio es un 47% inferior respecto a la tarifa base.
Por tanto, si planificamos nuestro consumo, utilizando lavadoras, secadoras, lavaplatos, hornos y aparatos de mayor consumo en la zona Valle, el ahorro familiar es considerable.
Puedes solicitarla a Carvisa Energía en el momento que lo desee.
La energía que consumen las familias se acerca al 30% del consumo energético total en España, y se reparte entre un 18% en la vivienda y un 12% en el del coche.
A los elementos de la naturaleza que pueden suministrar energía se les denomina fuentes de energía.
- Las energías renovables son recursos limpios y casi inagotables que nos proporciona la naturaleza. Además, por su carácter autóctono contribuyen a disminuir la dependencia de nuestro país de los suministros externos, aminoran el riesgo de un abastecimiento poco diversificado y favorecen el desarrollo tecnológico y la creación de empleo.
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Las no renovables son aquellas cuyas reservas son limitadas y, por tanto, disminuyen a medida que las consumimos: por ejemplo, el petróleo, el carbón, el gas natural o la energía nuclear. A medida que las reservas son menores, es más difícil su extracción y aumenta su coste.
Inevitablemente, si se mantiene el modelo de consumo actual, los recursos no renovables dejarán algún día de estar disponibles, bien por agotarse las reservas o porque su extracción resultará antieconómica.
La energía es el motor que hace funcionar el mundo.
Sin energía no tendríamos iluminación ni calefacción o aire acondicionado, no podríamos ver la televisión, ni desplazarnos en coches o autobuses. Su uso forma parte de nuestro estilo de vida, pero sólo nos preocupamos de ella cuando nos falta.
Cuanto más desarrollada está una sociedad, más energía consume, y no siempre de un modo eficiente. Con un uso responsable y eficaz podemos disponer de mayores prestaciones de servicios y confort sin consumir más energía. Lo que nos hace menos vulnerables ante posibles crisis de suministro.